Originario de la región mediterránea, el Romero crece en suelos secos, rocosos y bien drenados. Se adapta bien a climas cálidos y templados, y es común en jardines, huertos y zonas rurales.
El Romero es muy valorado en la cocina como condimento por su sabor fuerte. También tiene propiedades medicinales: se usa para aliviar dolores musculares, mejorar la memoria y como antioxidante. Su aceite esencial es común en aromaterapia.
En la antigüedad, el Romero era símbolo de fidelidad y protección. Se usaba en coronas de bodas y rituales. Su aroma es tan potente que en la Edad Media se creía que purificaba el aire.