El Árnica se encuentra en regiones montañosas de Europa, en suelos pobres y ligeramente ácidos. Prefiere áreas abiertas, prados alpinos y bosques claros. En algunos lugares está protegida debido a la sobreexplotación.
El Árnica es ampliamente usada en medicina natural por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Se emplea en cremas y ungüentos para golpes, hematomas y dolores musculares. No se debe ingerir, ya que puede ser tóxica.
En la Edad Media, se creía que el árnica tenía poderes mágicos contra rayos y tormentas. A pesar de su belleza, su recolección descontrolada ha llevado a que esté protegida en varios países europeos.